DAN-ONE Y TOBLER-ONE

Toblerone: la historia de un chocolate diferente
Escrito por Alex como Sabías que el 9 de Febrero de 2007 a las 1:08 am

Hoy me estaba comiendo un Toblerone, una de esas piezas de chocolate que todos hemos visto (y casi diría que comido) alguna vez en la vida. Aunque no son muy vendidas, son muy populares, sobre todo por la forma tan curiosa que tienen y el sabor especial del chocolate. La verdad es que no me compro muchas, pero las pocas que adquiero, las disfruto como un niño.

Pues me he quedado viendo el nombre y se me ha ocurrido una cosa. Como el nombre de Danone, venía del hijo del dueño de la marca que se llamaba Daniel y de la palabra One (uno), es decir, DANiel + ONE, pues he visto Toblerone y he pensado que quizá venía de lo mismo: de un hombre llamado Tobler y que su chocolatina era la "number ONE".

Pues no, después de investigar he conseguido la historieta oficial y resulta que, efectivamente, el creador de esta pieza única se llamaba Jean Tobler, pero el "one" viene de otra cosa.

Jean abrió su primera tienda, llamada "Confiserie Spéciale" en Länggass, cerca de Berna, en Suiza, en 1867. La gran demanda que hubo de sus productos llego hasta tal punto que Jean tuvo que abrir una fábrica de chocolate junto a sus hijos, y fundaron la "Fabrique de Chocolat Berne, Tobler & Cie.", en 1899.

Pasaron 9 años hasta que fundaron el TOBLERONE como tal: Theodor Tobler (uno de los hijos) y Emil Baumann (el sobrino y gerente de producción) desarrollaron lo que hoy conocemos como la barrita, con su logo inconfundible y con esa palabra que tiene su origen en "Tobler" (el nombre del creador) y "Torrone," una palabra italiana para las nueves almendradas con miel, que de ahí viene su especial sabor.

A partir de ahí, registraron la marca y el paquete no ha ido sufriendo más que pequeñas variaciones en su logotipo, o color, pero la forma triangular ha permanecido casi 100 años.

La verdad es que me parece una de esas historias curiosas y bonitas de contar, de una idea, de un producto que parece sencillo pero que se ha sabido comercializar, como la Coca Cola, solo que los herederos de Tobler no se han forrado tanto como los que cogieron la fórmula secreta de ese medicamento que luego fue la bebida que todos conocemos.

Dibujos con cubos mágicos

Con el cubo mágico (o cubo de Rubik) se puede hacer muchas cosas; resolverlo, por ejemplo. Pero también dibujar, usando cada cuadradito como si fuera un gigantesco píxel.

Mixplay es una de esas máquinas de hacer música con el navegador que tanto nos gustan aquí, pero con una diferencia: cada ritmo que suena es bailado por un bailarín moderno y esperpéntico. Quizás el sitio tarde un poco en cargar, pero es divertido.

Enlace tomado da, sempre, interesante e divertida tam-tam